martes, 4 de septiembre de 2018

Viaje a Senegal 1 + receta

Ahora a la vuelta de las "vacas" me gustaría que siguieras viajando conmigo a Senegal, país en el que estuve este verano entre los meses de julio y agosto. ¿Te atreves? ¡Te vas a sorprender!

Cuando le dije a mi madre que este año tocaba Senegal, no le hizo gracia,como ninguno de los
destinos que a los que suelo decidir ir,supongo que mi madre estaría mas feliz sabiendo que su hija esta tendida en una esplendida playa de Ibiza en lugar de envuelta de mosquitos, asesinos en serie, serpientes venenosas y el ébola, por que es así como se imagina mi madre Senegal, y creo que como se imagina mucha gente el continente africano en general aunque no ha ido nunca. Supongo que es mas fácil sacar conclusiones sin conocer previamente, ya que eso toma el esfuerzo de tenerse que arriesgar a ir a conocer.

A este hecho suma que mi madre sabe que no viajo nunca en "to pagau" (como llamo yo a esos packs vacacionales que la gente contrata en las agencias de su país) o esa especie de circuitos en que los pasean por las zonas mas turísticas de un país, bajan, se hacen la foto que suele ser la misma imagen de fondo que la que podrían obtener comprando una postal en el aeropuerto, sólo que en esta aparecen ellos, y se van. En mi opinión eso no es "viajar", es "turistear", y es que "viajar" implica zambullirte en la realidad de un país sabiendo que vas a sentir y ver cosas que te van a entusiasmar y otras que te van a quitar el sueño. Mi único equipaje es una sencilla mochila repleta de ropa e ilusión pero sin ninguna expectativa, y es que nunca me informo antes de los países a los que voy ni tampoco planifico nada, mi único plan es aterrizar y despegar el día de vuelta. Y aunque parece una p.locura, creo que es la mejor manera de viajar, solo viajando es como de adulto puedes sentir que te "sorprendes" cosa que no sucede si ya tienes tus expectativas montadas (muchas veces), yo prefiero estar sorprendida que decepcionada.

Quim por las calles de Ngor
Para mi suerte mi compañero de vida y de viajes está tan loco como yo y (aunque él por lo menos se compra una guía) me acompaña en las aventuras mientras mi madre se queda mas tranquila. Lo que no sabe es que los dos somos iguales en este sentido, jajaja (risa diabólica a parte). Para hacer estas cosas va genial haber encontrado la horma de tu zapato previamente o puedes volverte loc@viajando con alguien de esta manera :)

Bueno pues vamos allá, que esto se puede hacer muy largo y te lo voy a contar por partes! Por cierto, la guía que usamos fue de Trotamundos.

Barcelona- Dakar (Día 1)

Salimos en tren de la estación de Vinaròs (Castellón) y nos bajamos en Aldea (Tarragona) para un transbordo a lo que creíamos que era un Talgo y no un Regional. Bien, esperando el Talgo imaginario vimos al Regional que en teoría teníamos que coger para ir a Barcelona (aunque no lo sabíamos) irse.

Fué entonces cuando yo me comencé a plantear que había algo en el universo que me estaba mandando señales para que no fuera a ese viaje. Aun así esperamos al siguiente tren que nos retrasó una hora nuestro plan y por poco perdemos el avión, fue entonces cuando volví a pensar que el universo me estaba mandando señales de nuevo para que sí fuese a Senegal.  (Sí, muy mística yo siempre).

Puesto de verduras en Dakar
Un viaje de avión de 5 horas fue lo que nos esperaba, menos mal que justo a mi lado, mientras Quim dormía, conocí a Júlia, enfermera y voluntaria en un poblado recóndito de la zona de País Bassari. Iba de voluntaria en contra de la voluntad de su madre que la esperaba en Sevilla enfadada, supongo que como la mía me esperaba en un pequeño pueblo de Castellón. Aunque sus padres eran los dos
médicos no comprendían qué necesidad tenia su hija de prestar ayuda humanitaria en África.

Llegamos a Dakar, pero supongo que hubo un malentendido con Sec, el chico que nos venia a buscar, por que no apareció, de modo que pedimos un taxi hacia la capital. Sec es el hermano de la pareja de mi tía (por parte de madre) y ya que  vive en Dakar iba a acercarnos al hotel.

Niños en Dakar junto a un puesto en el mercado
Al llegar ya te das cuenta de que el ritmo de vida allí es completamente diferente, no hay prisa, para nada de nada. Cuando entras a la capital la sensación al principio es de saber que estas en la periferia de cualquier capital del mundo, calles sin asfaltar, ausencia de aceras, de semáforos, de señales de trafico, de todo... la seguridad vial brilla por su ausencia, me pregunto con qué parámetros se examinan en esos países para el carnet de conducir. El caos reina en Dakar, aunque después descubrimos que reina en cualquier ciudad (y no pueblo) de Senegal (por lo menos). La norma en una intersección es que quien antes entra tiene preferencia, imagínate cómo de dañados estaban todos los coches!
Cuando entras comprendes el motivo por el cual decidieron antes sacar el aeropuerto de la capital y hacerlo nuevo que dejarlo dentro e intentar organizar la ciudad.

Calle en Dakar
Las tiendas, siempre abiertas, no tienen horario, no cumplen ningún orden, igual te encuentras una tienda de vestido de novia encima de otra de azulejos y ventiladores. Aunque cierto es que lo que mas abundan son los mercadillos. Y sobretodo mucha, mucha suciedad, en todo el viaje tengo que decir que no vimos ni un contenedor, ni una papelera ni tan solo un servicio de recogida de residuos, todo en la calle. Hay una extraña relación entre "pobreza" y "suciedad" y no sería la única vez que nos iba a sorprender, ya lo veras!

Los taxi no funcionan con GPS, por lo tanto te dicen que saben a donde van pero no lo saben y van preguntando a la gente de la calle mientras avanzan, aveces incluso te hacen bajar cuando se cansan de llevarte y ni ellos saben dónde están. Dakar es el CAOS en su máximo esplendor.

Esa noche nos hospedamos en "Dakar Internacional House" hotel austero con baño compartido y con un burro que rebuznava a las cinco de la mañana en el patio justo al que daba a nuestra ventana, puedes leer la critica en TripAdvisor aquí. Pero el hotel estaba bien, aunque si decides ir a Senegal yo te recomendaría directamente no pasar por Dakar e ir directamente a una zona rural mas pequeña.


Dakar- Lago Rosa - Isla Ngor - Dakar (Día 2)

En la mañana siguiente vino a recogernos al hotel Sec con su amigo Dabakar, para llevarnos al "Lago Rosa".

Calles en la periferia de Dakar
En el trayecto de la ciudad al lago vi miseria, y no poca, me sentía incluso protegida por estar dentro del coche, no por que hubiera violencia (que nunca vi) sino por que me separaba el cristal de la ventana de la gente de afuera, supongo que inconscientemente también nos sentimos protegidos cuando vemos la pobreza y la miseria al otro lado del cristal de la tele, no me hubiera cambiado por nadie de los que estaba fuera. Nada que ver con lo que te muestran en la tele o en las imágenes de Google. Para comprender bien el motivo que empuja a esta gente a meterse en una patera arriesgando su vida, incluso embarazadas y niños, cruzando el estrecho para venir a un país en crisis en el que van a vivir atrincherados en un piso con 13 personas mas y mal viviendo de un trabajo precario y/o ilegal (en muchos casos) hay que venir aquí, y Senegal aun esta bien comparado con Gambia o Mali (por ejemplo). No tienen nada y cuando digo nada es nada, se cosen los zapatos para mantenerlos mas tiempo, no hay condiciones higiénicas en sus tiendas o lugares públicos, ni en sus aseos, tampoco cuentan con esperanzas, simplemente viven hoy. Es tan duro verlo que fríamente tienes que pensar que como ya han nacido en estas condiciones no echan de menos condiciones mejores, nadie sufre si no sabe que esta sufriendo. Sin embargo tengo que decir que sí tienen contacto con el exterior mediante Internet en sus móviles, por que eso sí, podrán no saber si hoy van a poder comer pescado o algo de arroz, pero todos tienen teléfono móvil y no se que es peor, si que sepan que la gente vive distinto en otros continentes o que no lo sepan

Lo que te dice Google que es el Lago Rosa
Llegamos al Lago Rosa y tal como viajamos del coche se empezaron a acercar bastantes hombres ofreciéndose a llevarnos a un paseo por el lago en 4x4 mediante pago, no fuimos.

El lago rosa no era rosa, al menos no ese día ya que se ve rosa si hace sol, si no es temporada de lluvias y si hay flamencos, lo que lo convierte en rosa es la secreción de una sustancia de las algas en el fondo del lago, pero ese día ni hacia sol, ni era estación seca ni había flamencos a la vista. Eso sí, lo que me llamó la atención de aquel lago era tenia sus orillas compuestas por miles de cochas blancas y es tan salada su agua que en el lago no vive absolutamente ningún pez pero a pocos metros sí vivían peces en otros lagos sin sal mucho mas pequeñitos.
La verdad, la visita al lago no nos pareció demasiado interesante.

El Lago Rosa tal cual lo vimos
De vuelta a Dakar vimos como gente se apresuraba a ovacionar la llegada de una importante figura xina (relacionado con la política), aunque lo cierto es que los xinos les están absorbiendo lo poco que tienen.

Una de las cosas llamativas de los taxis allí es que  llevan pelo colgando de la parte trasera de su coche, por lo visto es pelo de vaca y es una superstición que les trae suerte y seguridad en su taxi.

Sec nos llevó a la casa familiar de la pareja de mi tía que reside en España, era un barrio como todos  los restantes, sin asfaltar, con niños jugando al fútbol descalzos, rebaños de cabras pastando a su aire por las calles  y la reacción de los residentes era de sorpresa al ver a dos blancos por allí, de hecho pensaban que algún familiar de Sec estaba enfermo y nosotros eramos dos médicos voluntarios.

Quim jugando con los niños en Dakar
Al llegar a la casa salieron todos a recibirnos, muchos muchos niños y las mujeres vestidas con colores
muy llamativos para llamar la atención, nos ofrecieron algo de comer y es que la vida la hacen en los patios que unen varias casas de la misma unidad familiar. Había un anciano, que yo creía el abuelo de Sec, pero simplemente era el mas anciano de la comunidad y estaba allí por que para la familia de Sec era una veneración que un sabio les fuera a visitar, resulta que tenemos que venir a "los negros del África" (como dice mi madre) para que nos enseñen que la gente mayor es una fuente de sabiduría y no un estorbo como los tratan en Europa muchas veces.

Después fuimos a la playa de "Warar Aiof", playa de roca negra parecida a las que hay en Tenerife. Las cabras esperaban su turno en la orilla para ser bañadas en el mar y así limpiar su lana. La gente se sentaba en las rocas y no era nada raro ver a una familia relajándose y a pocos metros una madre limpiando su ropa.

Abandonamos el lugar para ir a "Isla Ngor". Para llegar a la isla la única forma de llegar es subiendo a una especie de patera muy colorida. Se va horriblemente apretado, se inunda con facilidad y durante la navegación el mar está a dos centímetros de entrar en la embarcación. No podía dejar de pensar el el miedo atroz que debe pasar la gente de noche en medio del mar abierto con la esperanza de llegar a las costas españolas. La verdad es que hay que ser muy valiente o estar muy desesperado. ¡Imagínate el caos que se tiene que formar si en ese viaje la embarcación les vuelca en el océano!

Embarcación hacia Isla Ngor
Llegamos a Ngor , isla de playas pequeñas, abastecidas de gente si bañador, con ropa normal que usan también para el baño, hasta los topes, algunos chiringuitos para los pocos que se lo pueden permitir.

Sec nos llevó al otro lado de la isla por estrechas calles arenosas. Nos condujo hasta una casa frente al mar sin muebles que se supone era de un amigo cantante. Nos presentó a muchos amigos que nos acogieron enseguida. Nos ofrecieron para beber
Cantante tocando el kora
algo hecho con leche y una especie de sémola pero que es tan  dulce que no me permitió tomar mas de un sorbo eso por un lado y por el otro que me dio un poco de aprensión tomar lácteo por el tema de prevención de algunas enfermedades.

Fuimos a la playa a sentarnos en las rocas, después ellos se quedaron con sus amigos en esa casa y nosotros fuimos a comer por ahí, frente al mar un señor me compuso una canción que decía algo como "Yhasmina caravina" que no se que quiere decir, su instrumento era un "kora". Mientras mi nuevo amigo compositor improvisado me cantaba la canción hice mi elección en la carta y me decidí por algo muy típico en Senegal: "Poulet Yassa" o lo que viene a ser el pollo con arroz y una salsa buenísima de cebolla, pimienta, limón, ajo, mostaza, laurel y chili. (Mas abajo te dejo un post para que aprendas a hacerlo en tu casa y una imagen)

Comiendo y mirando a la gente bañarse en la playa esperamos a Sec y Dabakar para volver a Dakar. En el caos que se genera con el montón de gente sin organizar intentando subir de nuevo a la barcas a Quim le robaron el teléfono móvil de su mochila. Parece que sea un hecho que solo pasa en Senegal pero lo cierto es que literalmente eramos un "blanco fácil" (nunca mejor dicho) en la isla y ademas eso nos puede ocurrir en cualquier otro bochinche de gente en las Ramblas de Barcelona. En ese momento supe que había empezado la aventura.

Puesta de sol en Dakar

Con un teléfono móvil menos y el desconcierto de Dabakar y Sec por no habernos podido proteger del "asalto" vi una puesta de sol increíble y nos fuimos al hotel.

Y hasta aquí mis dos primeros días en Sengal (veras que te los he explicado a cámara rápida, realmente son necesarios para la conclusión final de viaje, pero fueron los 3 peores días del viaje en los que estaba igual de asombrada que con ganas de volver a casa), te recomiendo que pruebes la receta y vuelvas a mi blog la semana próxima en la que te contaré como es Kaolakc y cómo te lo muestran en las fotos de Google, te contaré dónde conocí a un señor que habla 11 idiomas y te mostraré mas recetas!



Un saludo,


¡Te dejo un post por si quieres aprender a hacerlo!


Yhasmina




2 comentarios:

  1. Me encanta este post y ya tengo ganas de leer el siguiente!! Que piiiiiiinta tiene el pollo, creo que lo haré!

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