Si ya te has percatado que tus emociones y pensamientos han tomado las riendas en tu forma de alimentarte, y es más, te están condicionando a la hora de poder tener una dieta saludable arrastrándote así al caos constante de una dieta mal estructurada, sin duda, este post es para ti. ¡Sigue leyendo!
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| Mar Lodj, Senegal |
Teniendo hambre es como nuestro cuerpo nos avisa de que hay que reponer energía en nuestro
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comiendo. El problema es que sin querer, en estos tiempos, ya no le permitimos a nuestro cuerpo ni tener hambre. Ahora tenemos algo a lo que llamamos "
hambre emocional".
Sencillamente no ponemos el foco en cómo y en qué estamos comiendo, y eso mismo, lo de estar distraid@, hace que comamos más e incluso mal. Por lo tanto, este hecho, sí tiene una influencia directa en nuestro peso o circunstancias corporales (ya que siempre diré, que el problema no es el peso, sino su composición), pero este es otro tema.
Me fijé mucho en esto en Senegal, recordemos que Senegal, aunque es uno de los países mejor posicionados de África, es otro mundo, otra cultura y su alimentación se basa en hacerlo únicamente para subsistir. Tienen poco alimento, poca variedad (no legumbres, únicamente el mango como fruta y escasos vegetales gracias a su territorio arenoso) y por lo tanto el momento de comer o el mero hecho de hacerlo, se vuelve mucho más consciente.
No comen en función de si nutricionalmente es o no equilibrado, lo hacen cuando se tienen hambre (y si se puede, con lo que se puede) y ya está. Me costó mucho explicar a algunas personas (suelen ser muy abiert@s) qué es un nutricionista. por que esto de "
una persona que enseña a comer bien a la gente" no les cabía en la cabeza. "
¿Es que en tu país no han aprendido a masticar?" (Me decían).
Por lo tanto, aquí te dejo
5 claves para mejorar en este aspecto:
1. Escucha tu cuerpo.
Desenchufa de la luz el televisor y prueba de encenderlo. ¿Funciona? No, verdad? Pues eso mismo pasa con nuestra conexión mente-cuerpo.
Solemos escuchar primero nuestra mente, pro que nos enseñan a ser más racionales que emocionales, y lo cierto es que somos y seremos seres que se mueven por instintos, por la parte emocional.
Permite a tu cuerpo sentir hambre (alguna vez) y una vez en ese momento, en lugar de solo comer, pregúntate cosas como:
- Del 1 al 5 ¿Cuanta hambre diría que tengo?
- ¿Tengo poca energía?
- ¿Gruñe mi estomago?
- ¿Qué quiero comer? ¿Me vale una manzana o tiene que ser esa galleta que tengo en la cocina y nada más?
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| Mar Lodj, Senegal |
2. Planifica tus comidas con antelación.
Elige un día a la semana y elabora un menú. La preparación de comidas con antelación o sencillamente tener un plan por escrito, ayuda, y mucho, a reducir la alimentación sin sentido que estas llevando.
También este hecho contribuye a que tu cuerpo tome un ritmo de alimentación constante.
Come despacio, ayuda a tu cuerpo a procesar todo lo que está dentro de ti y saborear mucho más los alimentos. Aveces no comemos, sencillamente engullimos. Y esto hace que comamos más.
3. Siéntate y disfruta de la comida.
Parece una de esas sugerencias que son obvias, pero tiene que mencionarse, ya que mucha gente no lo hace. Sencillamente piensa en la cantidad de veces que vas andando por casa o por la cocina y vas comiendo o bebiendo de aquí para allá.
Establece como regla general no comer más allá de cuando llegue la hora y tener que sentarte para hacerlo siempre.
4. Trata de identificar cada ingrediente.
Es un sencillo truco para poner ne practica lo de saborear más o sencillamente masticar bien. Tratar de identificar cada ingrediente es otra gran manera de enfocarse en el momento presente y comer con consciencia.
Siente todos los sabores que tienes en la boca, como interactúan entre sí, los olores, las texturas, etc....
La ventaja adicional, es que esta técnica también puede ayudarte a ser más creativ@ en la cocina.
5. Aniquila los distractores.
Apaga televisor, apaga el teléfono, la tablet o el ordenador. Ponte música tranquila de fondo y a comer, a conversar con la persona que tienes en la mesa.
Me hace mucha gracia cuando los padres dan al/la niñ@ algun dispositivo para que coma o que se distraiga y se calle en la mesa, pues estamos introduciendo al/la cri@ a comer o distraerse de una forma hiperestimulada. El cerebro se estimula y distrae mucho con todo aquello que tiene luz, color y movimiento, y es que un televisor, un teléfono móvil o una tablet es todo eso!
Los adultos funcionamos de una forma igual frente a todas estas tecnologías y si encima están presentes a la hora de comer, tienes el coctel perfecto para que pases de un consciente a un inconsciente que no registra nada de lo que come.
¡Hasta aquí! Espero que te haya sido útil.
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| Mar Lodj, Senegal |
Yhasmina
