¡Si me dices "pasta" me gusta y si me dices "marisco" y "pescado" me pirra! ¡Imagínate!
Ingredientes
. Salmón ahumado - 250 g.
. Nata líquida para cocinar - 400 ml. (pueden ser 200 de nata y 200 de leche Ideal, si lo queréis hacer más ligero)
. Cebolla o cebolla picada congelada - 2 buenos puñados
. Vino blanco - 1 chorrito (opcional)
. Sucedáneo de caviar - 1 tarrina pequeña
. Pasta - 500 g. (yo he utilizado spaghetti, pero podéis utilizar la pasta que más os guste)
Proceso
1. Doráis un poco la cebolla en una sartén, y mientras, cortáis el salmón en tiritas. Yo lo hago con unas tijeras, porque así me resulta más fácil. Reservad unas tiritas de salmón para decorar cada plato.
2. Una vez doradita la cebolla, añadimos el salmón ahumado en tiritas y le damos una vueltecita rápida a fuego medio.
3. A continuación, añadimos un chorrito de vino blanco. Este paso es opcional, pero lo cierto es que yo lo he añadido por primera vez, y le ha dado un gustito muy rico.
4. Una vez añadido el vino, tenéis que dejar que el alcohol se evapore, porque si no, el sabor no es el mismo. Cuando veáis que ha reducido un poco, ya se ha evaporado. El mismo olor os lo indicará. Ya no olerá a vino, sino que estará integrado en el plato.
5. Y ahora, ya podéis añadir la nata. Ojo, con fuego medio para que no se os pegue, ya que la nata se puede pegar rápidamente a la sartén.
6. Y lo dejáis cocinar un poco, removiendo para que no se os pegue y se os ligue la salsa.
7. Mientras estáis haciendo todo este proceso, podéis ir cociendo la pasta en agua con sal, y una vez al dente, la escurrís bien.
8. Y ahora ya solo queda montar el plato. Ponéis la pasta en el fondo, a continuación la salsa, decoráis con los trocitos de salmón que hemos reservado al principio, y termináis con una cucharadita de sucedáneo de caviar.
¡Listo!
