Estarás de acuerdo con la afirmación de que siempre queremos más. Primero hemos intentado prolongar la vida, y lo hemos conseguido, tanto es así que para recortar en gastos nos recortan alejan más la edad de jubilarnos. Después, nos hemos propuesto que esta larga vida sea de calidad y siempre bajo el lema: "mejor prevenir..." y a poder ser con poco esfuerzo. ¿Y qué manera más cómoda que con la comida? ¿Nos hacen falta? ¡Sigue leyendo!
Si has leído mi introducción es a partir de esta historia en la que entran los alimentos funcionales,nutraceúticos o bioactivos. En definitiva, se han puesto de moda. Y si no ahora compruébalo, vete a tu nevera, veras que aparece leche enriquecida con calcio (una de las paradojas de este sector), CLA (ácido linoleico conjugado bajo el nombre de "Tanolín" y que comercializa La Asturiana), fibra, zumos y omega-3, como los huevos, cereales con hierro y vitaminas varias, zumos con fibra....
¿Qué son los alimentos funcionales?
Los alimentos funcionales son los que presumen de tener un plus, una especie de suplemento añadido, que beneficia al organismo.
¿Son también los "sin", "con" y "light", alimentos funcionales?
Todo alimento que se jacte de tener mas o tener menos que su versión original, puede calificarse en un alimento funcional.
Los primeros alimentos modificados fueron los "sin", que luego con la modernidad, se comercializan como "light". Al quitar el alcohol de la cerveza o parte de la grasa de la leche, la mayonesa o substituir por edulcorantes el azúcar de galletas, refrescos, etc... no se pretendía otra cosa que reducir las calorías y así hacer más atractivos estos productos para quienes no querías augmentar peso o sencillamente reducirlo, claro es, es una ilusión, si el balance de calorías ingerido en tu día a día a día no es equitativo con las calorías quemadas, por mucho que te pases a todo "light" vas a seguir teniendo el mismo problema.La segunda etapa fueron los "sin", en esta nueva etapa la salud empezó a ganar su protagonismo y se pusieron de moda alimentos sin aditivos, sin colesterol, etc... La grasa animal substituyó a la vegetal.
Y después inventamos el "sin" pero "con" una especia de novela romántica titulada "Ni Contigo Ni Sin Ti" versionando a "Los Amantes de Teruel, tonto ella y tonto él", que es lo que hay ahora, quitan "lo malo" de un alimento en su versión natural y ponen en su lugar algo "bueno" de otro alimento. Un buen ejemplo seria la leche con Omega 3 (que es una grasa poliinsaturada) que tiene beneficios a nivel circulatorio y tiene la capacidad de reducir el colesterol, aunque claro esta si este baso de leche te lo tomas en compañía de un bocadillo de salchichón, no creo que arregles nada.
Mi particular conclusión...
Y voy a opinar como persona que en un principio tubo la oportunidad de ver como se trabaja en el
mundo de los alimentos funcionales aplicados a dietas con el objetivo de perder peso y mantenerlo por el módico precio de 200 Euros al mes.
Vamos a ver, la idea salió de Japón, de ahí se fue a Estados Unidos y luego entró en Europa. Detrás de la idea de los funcionales siempre hay una multinacional o gran empresa, claro esta con intereses económicos en ti, vamos, que no saben ni como te llamas, ni si eres alto o bajo o si tienes 50 o 17 años, pero si tienes X dinero disponible, su producto te beneficia por igual en todas las circunstancias y misma cantidad, y al final eres un numero mas que se suma a su ascenso de ventas.
No existen los súper alimentos ultrancesarios para niños Supermanes, ni galletas adelgazantes (bueno si, esa que no te comes), etc... he visto productos venderse por el módico precio de 25 euros paquete, cuando te hace lo mismo que un plátano, un baso de leche y una tostada.
Si comes cinco veces al día y te entra en la cabeza de una vez que tu alimentación es tu medicina, preventiva y curativa, habrás matado dos pájaros de un tiro y de paso ahorrado algo para tus próximas vacaciones en Ibiza, ya que claro esta estos alimentos no se que te tienen, pero un precio mayor, segurísimo.
Y ahora con esta información haz lo que quiera, pero que no se diga que nadie te lo había dicho.
Un saludo,
Yhasmina
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