martes, 6 de septiembre de 2016

Bienvenidos al mes de la publicidad

Con la vuelta al cole la vuelta a la normalidad, la vuelta a no poder volver a entrar en nuestros vaqueros y la vuelta al no entender por que ahora nos vemos un trozo menos de pie. Y de eso, evidentemente, se hace eco la publicidad, sobre todo en horas puntas en las que saben que estas en casa. ¡Pruébalo! Enciende la tele y solo veras productos milagrosos, cuerpos esbeltos, alimentos para adelgazar, cremas increíbles que curan la obesidad en modelos que no la tienen y alimentos Súpermanes para niños. Toma estas normas para no caer en el engaño. ¡Sigue leyendo!



Norma 1. La publicidad esta para vender, no para formar.

Vemos un eslogan y un par de aclaraciones que parecen estar a favor del producto en cuestión y nos
olvidamos de que el principal objetivo es vender.

El problema es que normalmente la publicidad entra en nuestra vida en momentos en que estamos mas cansados y relajados y esto implica en nosotros una actitud mucho mas complaciente.




Norma 2. El hecho de que una publicidad te resulte entretenida y/o atractiva no la convierte en verídica.

La publicidad son pocos segundo absolutamente pensados al milímetro para que nuestro cerebro reciba exactamente y claramente el mensaje que interesa. Caras preciosas, paisajes idílicos, historias divertidas, etc... . Sin embargo no siempre detrás de un magnifico anuncio hay un magnifico producto.

Yo misma, cuando era mucho mas jovencita, una adolescente de instituto, fui requerida para aparecer en una publicidad rodada en Barcelona, en ella debíamos aparecer como estupendos estudiantes de derecho con melena resplandeciente y dientes sanos, para vender mejor Actimel, producto que habré consumido solo una vez en mi vida y por curiosidad, para que os hagáis una idea en la nevera de mi madre nunca los ha habido, puesto que mi madre lo ve como un producto absurdo. Es decir, muchas de las personas que aparecen en el anuncio ni siquiera son consumidoras del producto.

Existe una clara tendencia a poner en el mismo nivel la calidad del producto con la del anuncio. Y es que como yo digo vender es un arte, un arte que no tengo, pero un arte.



Norma 3. No existen alimentos que adelgacen.

El ansia por adelgazar a esfuerzo 0 hacen que nos vendan mejor la idea de productos deliciosos que adelgazan. Estos alimentos "pueden" ayudarte a tener una dieta mas ligera, pero por desgracia, no hay ningún alimento que "adelgace".

En esta linea estarían los alimentos "light" que propiamente no te dicen que adelgazan pero te lo sugieren en las imágenes.

Hay alimentos que se venden como "ligeros" pero lo único que tienen aligerado es el aspecto, la textura o el peso. Esto es lo que pasa con las barritas de cereales, por ejemplo o con las galletas en paquetes individuales. Una galleta light es menos calórica que una galleta normal, ¿Pero es una galleta normal un alimento a consumir si lo que se pretende es una alimentación ligera? ¡Piénsalo!


Norma 4. No existen alimentos curativos ni con efectos mágicos.

No hay nada comestible que realmente tenga efectos curativos, por lo tanto no hay infusiones que eliminen quilos de mas, ni yogur que evite resfriados, ni leche que te haga parecer de 30 años cuando tienes 50.

Cuando una publicidad te dice que a una persona que sale en la tele se le nota que consume este producto por dentro y por fuera, debes ser critic@, ¿Esta cante no era así antes y después de consumir este producto regularmente?

Cuando compras productos que te hacen soñar, no compras el alimento, compras la juventud, la felicidad y el éxito que has sentido en los componentes del anuncio.


Norma 5. No es obligatorio tener un cuerpo perfecto.

Esto es una percepción que parece de manifiesto pero que es muy difícil de encajar cuando los anuncios te muestran a modelos tomando alimentos light que no necesitan. Lo normal no es tener un cuerpo estupendo, lo normal es tener mas o menos pecho, mas o menos culo, algunas estrías de crecimiento o de los embarazos, algunas arañitas basculares en las piernas cansadas de gente que se pasa el día lijando de pie en una fabrica, lo normal es intentar hacer algún tipo de actividad diaria como andar, lo normal es ir hecha unos zorros por la casa un  domingo y no perfectas como sale en la tele.... lo normal es aceptar nuestra morfología y mantenernos sanos, no perfectos, sanos, que es diferente.


Norma 6. Es imposible dar pautas alimentarias para todos.

A menudo la publicidad da consejos para todos, pero lo cierto es que las necesidades nutricionales de
cada individuo son distintas. La edad, el peso, la actividad física, la salud, etc... son factores que hacen variar estas necesidades entre una persona y otra. Por eso no sirve de nada que un anuncio diga que la cantidad de agua a tomar al día para todos es X, o que dos barritas de fresa te hacen lo mismo a ti que al vecino, etc...


Norma 7. Hay que relativizar las conclusiones de algunos estudios.

Muchas publicidades se avalan con estudios, y seguramente estos son verídicos y reales, el problema en el área de la nutrición es que muchas veces coexisten varios estudios que avalan un a teoría con otros varios que la contradicen. Y por desgracia muchos de los estudios con  los que la marca del producto se avala han sido patrocinados y financiados por esta, así que tu mism@.


Norma 8. La publicidad masiva indica una empresa potente, no un producto de calidad.

Lo dicho, por que veas el producto en todas partes no quiere decir que sea el mejor, sino que lo vende una gran empresa que puede financiar tal despliegue de publicidad.


Norma 9. Hay alimentos de gran calidad que no aparecen en anuncios.

Hay alimentos que son verdaderas delicatessen y no aparecen en ninguna parte, ni siquiera son una marca conocida y quizás tampoco se venden de forma masiva, sin embargo son marcas conocidas entre los entendidos en la materia y evidentemente por algo sera.



Y ahora con esta información haz lo que quieras, pero que no se diga que nadie te lo había dicho.


Un saludo,


Yhasmina






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