martes, 5 de marzo de 2019

Me lo merezco..... ¿O quizás no?

Parece que hoy en día cuando alguien cree merecer algo le pesa, le apena, le da vergüenza o se ve en la obligación de abdicar en su intento. ¿Te suena? ¡Sigue leyendo!

Todos merecemos lo bueno que nos pasa, lo malo aveces también (se llama karma y yo creo mucho
en él, pues existe, te lo aseguro), pero parece que decidir cuando mereces algo o no está mal. ¡Muy mal!

Pocas veces a la pregunta típica de "¿Cual es el motivo de que ahora necesites aprender a comer mejor?" me responden algo parecido a "Por que merezco cuidarme" siempre suele ser una respuesta tal así: "Por que he ganado quilos" (lo que se traduce a "Por que los demás merecen verme cómo yo quiero que me vean").

Parece que cuesta mucho eso de decir "Merezco sentirme mejor", "Merezco ganar mas dinero por mi trabajo", "Merezco que mi pareja me hable con amabilidad" (por poner varios ejemplos en varios sectores de la vida). Cuesta, prueba a decírtelo, hacer una lista y luego comentarla con alguien. ¡Ya veras!

La solución es simple, aveces permanecemos inmóviles por que pensamos que no merecemos nada mejor que lo que ya tenemos en la actualidad. Yo de eso no me di cuenta hasta los 28 o 29 años.

Y la verdad es que puedes empezar a hacer el ejercicio al revés para que te sea mas fácil: "¿Qué es lo que no mereces?" Seguro que así la lista se hace mejor.

Tienes que saber que te debes a ti mism@ una enorme disculpa por estar aceptando en la actualidad todas estas situaciones de esta lista y que no mereces. El autoperdón aquí es imprescindible.
La cruzada esencial es aprender a decir "no merezco esto" y "me merezco todo lo bueno que me pasa". Es importante estar allá en donde esta todo lo bueno que mereces y marcharte de lo que te aleja de ti, de lo que te da lo contrario, lo que tu ya sabes que no mereces. Es importante saber de dónde, de quien y de qué alejarte.

¡Hazte este enorme favor en tu estilo de vida! Y recuerda que todo lo que te explico en mi blog tiene una repercusión directa en tu estilo de vida y en tu forma de alimentarte.

Un saludo,



Yhasmina

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