miércoles, 14 de noviembre de 2018

Desde Francia con amor (Marl Lodj, día 11)

Día 11 y nos encontramos con alguien que habla nuestro idioma en medio de las arenosas calles de Mar Fafako, hacemos nuevos amigos y nos zambullimos en una escuela senegalesa de locura máxima. Hoy hablamos de voluntariado, de la dieta general en Senegal y de la malnutrción entre su población ¿Te vienes?

Marine, Camille y Quim en la explanada
Apunta el día y una barca clava el ancla en el muelle de nuestro campamento en el que solo estamos nosotros, llegan Axel, Camille y Marine, tres profesores de filosofía, historia y matemáticas
(respectivamente) de instituto en su país, Francia. Han pasado en Senegal unos 20 días.

Les preguntamos si quieren visitar el pueblo mas cercano (Mar Fafako) con nosotros, nos dicen que sí, tampoco hay mucho mas que hacer. Cruzando una explanada de arena desierta e inmensa en la que no había absolutamente nada, y cuando digo nada es ni una hierba, a dos kilómetros y medio encontramos la población.


Nos sorprende el mismo señor que nos cruzamos un día antes en los campos de cacahuete, nos invitó a pasear por su pueblo mientras nos explicaba cada calle, cada costumbre y nos llevó al mercado. Los mercados en Senegal son curiosos, pues ponen sus productos en el suelo directamente, y las raciones que puedes encontrar son raciones extrañas, por ejemplo, puedes comprar 1/4 de zanahoria, 1/2 col, etc... Mas tarde nos llevó a su casa, y nos atendió Gimmy, que para nuestra sorpresa nos dijo "hola xiquets" (en valenciano "hola chicos"). Gimmy era un padre de seis hijos que no paraban de corretear por la casa y que habia venido de vacaciones a su país natal para visitar a su mujer y sus hijos desde su lugar de trabajo en Alicante (España) y por eso hablaba perfectamente español y valenciano. Ten en cuenta
que en Valencia (capital de la Comunidad Valencia) mucha gente no habla su propia lengua (el valenciano) y éste senegalés lo hablaba a la perfección. La familia nos invitó a comer pero dijimos que no por que teníamos ya pactada nuestra comida en el campamento con la familia de allí.

Seguimos andando por el pueblo, el hermano de Gimmy, que nos sigue acompañando lleva puesta una camiseta de una maratón en Carabanchel. Nos comenta que forma parte de esa organización que nos encontramos en los campos de cacahuete un día anterior y nos lleva al centro de salud para conocer a una española que trabaja allí con una ONG y que colabora con su asociación estrechamente.

Bajo un árbol refugiada en una mesa plegable nos encontramos a Nati, una madrileña de unos cuarenta y tantos, de constitución menuda y delicada. Me recordó a mi padre con su forma de hablar, pues mi padre también era madrileño. Llevaba un mes allí como voluntaria en la ONG "Paso a Paso", su cometido era hacer que las mujeres
Mercado en Mar Fafaco
de la población mas pobres aprendieran a cultivar sus propios huertos para así mejorar las condiciones de salud de la población en general. Me describe la dieta en Senegal como "monótona, ausencia de vegetales pues no saben cocinarlos, ausencia de proteínas y por necesidad" ten en cuenta que en este tipo de tierra poco fértil que crezcan legumbres es prácticamente imposible. Consumen carne y pesado cuando no lo han podido vender o cuando es una festividad muy importarte, pues resulta muy caro. Habrá quién ha estado en Senegal y me diga que allí ha comido de todo, claro con su bolsillo europeo y/o en zonas turísticas, pero si te adentras en la realidad de éste país esta es la realidad.

Nati me cuenta para mi alivio que en su zona solo se ha detectado un caso de desnutrición, ahora bien, la malnutrición abunda por todos lados. Por lo visto según nos explica son mas los casos derivados de enfermedades endémicas, sobretodo en esta isla, ya que en la isla son cuatro familias que se cruzan unos con otros en
matrimonios pactados, hay bastante endogamia.

La dejamos para ir a la escuela. Hay niños por doquier, de edades distintas, hasta hay niñas de unos seis años con su hermano atado a la espalda de un año y poco mas. Nos reciben tres profesoras entre la jauría de locura que tenían montada, son españolas y están desbordadas, aunque para su suerte, son realmente jóvenes como para aguantar tanto alboroto.

Los niños han empezado a acercarse para mostrarnos lo mas preciado que tienen en su escuela, sus libros de cuentos, pero están en francés, no entiendo francés y ademas de todas las maestras de allí solo lo hablaba una, el cómo se organizaban para comunicarse con ellos debía de ser digno de ver.

Quim estaba agobiado, si una cosa tiene clara si está de vacaciones es que está de VACACIONES, y eso de entrar en la escuela lo apochó y si encima le sumas que era cómo estar en un estado de locura máxima, lo terminó de matar. Mientras estaba sentada en un pupitre con cinco niñas mirando Tintín, a él lo vi en un rincón escondido. Dice que los colegios en España no son ni de largo iguales, y eso que habrá visto de complicados en los barrios de Valencia.
Al final de la jornada para despedir la escuela hicimos un coro todos juntos.

Lo que mas me llamó la atención fue un niño invidente al cual todos ayudaban sin dejarlo de lado, incluso el albino, que era un niño con éste problema que pululaba por allí y deduje que era el "malote" del patio. El caso de los albinos es una situación complicada, pues mucha gente de allí piensa que son una especie de brujos y los rehuyen.

Niñas en la escuela
No descarto hacer próximamente un viaje de voluntariado, creo que mi madre es joven y aun aguantaría este ataque al corazón :) Ahora enserio, no lo descarto para nada, es mas, Nati me dijo que las personas con profesiones como la mía estaban realmente buscadas. Ahora bien no todo es de color de rosa, mucha gente se va de voluntariado a lo loco, sin una meta ni objetivo claro, sin un fin, ir por ir... en mi opinión (humilde) en el momento en que decides ir a hacerlo tienes que tener claro con qué quieres contribuir y qué es lo que puedes sumar, ir por ir y después no ser útil es como enviar un estorbo allí y eso no facilita nada las cosas.
Escuela
También esta la gente que se va para "hacer un viaje espiritual" yo estuve de hecho apunto de hacerlo en octubre del año pasado, antes de conocer a Quim, bueno ya le conocía desde mis diecisiete años pero hasta entonces no como pareja., Llegué a la conclusión que el motivo de "mi viaje espiritual" o "enriquecer mi vida" era un motivo egoísta y egocéntrico que no me llevaría a nada mas que a mirarme el ombligo y a esperar la aprobación de los demás, así que no fui, pues a ser voluntario no se va para "algo para ti, para tu vida" se va a "algo para los demás, para su vida" y ese no era mi momento, tal vez próximamente lo sea.
También esta ese tipo de voluntario que se va sin saber nada del país al que va destinado, sin haberlo visitado antes y sin saber nada de su cultura, graso error. Y luego esta el que tampoco habla el idioma, el cual consume la energía de otro voluntario para que le traduzca, cosa que también es un estorbo y un error.

Por la tarde visitamos el delta en piragua, pude ver camarones, flamencos, etc...
Tras regresar al campamento nos despedimos de Camille y Marine, pues ellas sí iban a dirigirse a la frontera con Gambia para viajar a Casamance mientras que Axel regresaba ya a Francia.

En el próximo capitulo nos vamos a Toubab Dilor. Veremos los puertos de Foundiugne, un hotel con galerías de arte, unas playas increíbles en las que nadie se baña y mi observación sobre el trato que reciben los animales en Senegal.

Un saludo,


Yhasmina




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