miércoles, 10 de julio de 2019

Nos queda mucho por entender...

Nadie es perfecto pero... la naturaleza lo es.  Hoy te cuento mi paseo breve en el que podemos ver que tanto a nivel de alimentación, civismo y sentido común, nos queda mucho por hacer. ¿Te vienes?


Un breve paseo por el campo, o bueno, por el bosque, por que en este pueblo en el que ahora resido
se entre mezcla todo, y al igual te encuentras un pinar a treinta metros de un campo de aceitunas, y oye, eso también tiene lo suyo, aunque (todo hay que decirlo) nunca cambiaré mi querída Tinença por nada.

Bueno a lo dicho, te vas por el pinar, escuchas los pajaritos, los rayos de sol entran entre las copas de los arboles, mis perros juegan en un arrollo cercano y les oigo chapotear felices. Tengo detrás a una amiga que me va contando en voz baja su tema con un ex amor al que yo le digo que borre ya, yo la escucho a trozos (la verdad), iba pensando en lo bonita que es la naturaleza. Mi sueño de hecho (o uno de ellos) es volver a vivir en el campo, tal cual viví una vez, no hace mucho, pero esta vez con la persona adecuada o... ¿Por que no? ¡Conmigo misma! Que yo me quiero mucho, aunque me lo diga más bien poco.... La naturaleza te da exactamente lo que necesitas en cada momento, únicamente hay que observar cada vez que sale determinada planta, ya que te será útil pera esa parte del año, por ejemplo, si padeces alergia, tranquil@, que el campo se empieza a regar de perpetuas para que te infusiones con ellas y te liberes de algunos síntomas (al menos por un rato), pues eso, te da lo que necesitas en el momento justo y el día que deje de dar se van a  partir peras.

De pronto mi amiga se para en seco y me dice "Jolín, se ha tomado al pié de la letra lo de "no tirar las cosas al suelo" " y es que ahí, encima de una rama, delicadamente puesta, había una botella de plástico colocada (bacía), por el mero reparo (supongo) de no tirarla en el suelo, es decir, está mal tirar el envase al suelo pero dejar el envase en la naturaleza tiene perdón.... (cosas de la humanidad que nunca van a dejar de sorprenderme).

Particularmente no sé si me indigna más que sea un envase en la naturaleza que se convierte en lo que un ídolo mío (Julio Basultó) llama "basuraleza" o que se trate de un envase 0% cargado de azúcar hasta las cejas que alguien ha comprado con la intención de cuidarse mientras descuida la naturaleza y también (sin saberlo) su cuerpo. Y es que sí, aunque la semana pasada fue el día libre de plástico, nos queda demasiado por hacer, lo que me pregunto es si nos va a dar tiempo a la velocidad en la que estamos destruyendo nuestro planeta. Y es que si algo tengo claro del ser humano (a parte de que nunca va a dejar de sorprenderme) es que es el único ser que se auto-destruye a si mismo.

Un saludo,


Yhasmina

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