Sentir plenitud ( 6 claves)

Nunca estamos contentos con lo que tenemos. Esto es un hecho y es un mal muy extendido en el primer mundo. Esto es así... ¿Como mejorar este aspecto? ¡Te cuento un caso real!

Obviamente, voy a usar un nombre ficticio para describir este caso. La llamaremos "Lola" (como la canción de Jarabe de Palo) y tiene 45 años, dos hijos, un marido que la quiere y un trabajo que la satisface, pero no es feliz, necesita más.
Cuando me contó el caso me acordé mucho de un libro que leí en su día de Paulo Coelho: "Adulterio". No por que Lola me recuerde a la protagonista que se pasa todo el libro engañando a su marido (que no era el caso), sino que me recordó a ella por que al igual que esta personaje, Lola lo tenia todo de cara pero no sentía nada, no tenía chispa, no era feliz.

¿Por que nos sucede esto?

En mi famoso viaje a Senegal, del que nunca me canso de hablar, fui plenamente feliz en medio de gente que no tenia más que lo necesario para vivir, vivían al día, se lavaban a ritmo de cubos de agua, los niños jugaban descalzos al fútbol con una pelota descinchada, la portería compuesta entre dos cañas y un chico subido a un burro haciendo de arbitro, y aun así siempre eran felices. Creo que allí, por primera vez en la vida encontré eso que Lola tanto busca, la plenitud. No por que los demás no tuvieran lo que en España yo sí, sino por que yo tampoco lo necesitaba, de hecho no necesitaba nada de lo que había dejado en mi casa, excepto a la gente que quiero y a mis perros (claro).

Y esto es así, no lo niegues, que en el primer mundo tenemos tanta ropa en el armario que no sabemos qué hacer con ella y aun así seguimos comprando por que nunca sabemos qué ponernos y por que no se quién llevaba una camisa en una revista y yo no tengo ninguna igual.

Y el motivo es muy sencillo, en ese momento nadie en ese país tenía ninguna expectativa puesta en mi, ni en mi cuerpo, ni en mi trabajo, ni en como iba peinada o vestida.
Son las expectativas que nos creamos y que nos crean los demás lo que nos hace sentirnos incompletos, por que siempre nos falta algo siempre. Siempre queremos otro coche, otra pareja, otro vestido, cobrar más y cuando ya tienes todo esto... entonces tampoco estás content@por que tu trabajo no está cerca de casa.

Con el tema del peso en consulta, en el caso de Lola, le pasaba lo mismo. Llegó a la consulta diciendo que necesitaba perder 5 quilos, una vez los perdió tampoco era feliz, por que su cuerpo no era tampoco como ella se había imaginado que seria sin esos 5 quilos de más. Y es que nunca es suficiente gracias a una educación recibida en la infancia basada en la competencia constante para ver quién es mejor que otro en TODO.

Bien, hoy quiero darte 5 claves que puedes poner en marcha hoy y que pueden ayudarte...

1- Márcate pequeñas metas y si no las consigues, no te sientas mal, analiza el motivo que te frenó y averigua qué puedes hacer para que no vuelva a pasar.

2- Mírate al espejo (nunca al final del día) e intenta mirarte pero no físicamente, mira tu personalidad. ¿Qué te gusta de ti? ¿Y lo que no? ¿Qué quieres cambiar y cual es la forma?
El físico es solo el coche con el que nos paseamos, pero oye, si yo soy una bellisima persona, aunque lo que tenga sea un viejo Citroen que pierde aceite y va medio destartalado, mi coche no me define a mi como persona, ese es solo mi vehículo. Aprende a mirarte, pero a mirarte de verdad, de dentro hacia fuera.

3- Prueba cosas nuevas, esa clase de yoga que te gustaría probar, ese paseo que te gustaría hacer, ese plato que necesitas saber a qué sabe...

4- Enfrenta eso que te causa tanto miedo.

5- Date tiempo para estar sol@, para hacer un pasatiempo, para pensar, para dudar, para perderte, para encontrarte....

6- Demuestra a tus seres queridos que los amas, aveces no decimos un "te quiero" por que damos por sentado que la otra persona ya lo sabe o bien por miedo a parecer unos "panolis" y ya verás que si lo dices más recibirás una respuesta que te va a hacer sentir más agradecid@, confortad@ y satisfech@.

¡Espero que te haya sido de utilidad! ¡Nos vemos el próximo miércoles!


Un saludo,

Yhasmina