Una jaula de pensamientos...

El lunes te decía que la jaula que tienes creada te la construyes tu mism@ con pensamientos, y a esa conclusión llegué tras una de las visitas que recibí hace ya unos días. ¡Sigue leyendo!

La chica a la que llamaremos Paula* (nombre ficticio) había ya hecho alguna vez una de esas dietas
con batidos, tortillas y bizcochos "adelagazantes", ella se emocionaba diciéndome que en ese momento le funcionó, aunque ahora estaba en mi consulta, pero "le funcionó". A mi particularmente me hace mucha gracia el hecho de que me digan algo así: "Perdí 5 quilos con esa dieta, ahora los tengo de nuevo, pero me fue bien". No, no te fue bien, te fue bien esa ilusión del momento pero no te fue bien y en el fondo lo sabes.

Me comentaba después de meses que la tentación de volver a esas dietas era frecuente, que sabia dónde tenia el error o los errores, que no podía solucionarlo y que la idea de volver a pagar el módico precio de 200 Euros al mes a cambio de unos quilos de menos la asaltaba de vez en cuando.

Cuando se van de la consulta yo no desconecto a "otra cosa", no me llevo el trabajo a casa (eso es sagrado), pero sí que me quedo pensando siempre tras cada caso en el que veo a una persona fuerte encerrada en su propia jaula de pensamientos. Y digo fuerte por que Paula* es fuerte ya que a día de hoy aun (que yo sepa) no ha sucumbido a la tentación de volver a estas empresas que te dejan sin dinero y sin salud. Paula* es fuerte, sencillamente, no lo sabe.

Esa sensación de permanecer en una jaula de pensamientos sin barrotes la conozco bien y pienso mucho en qué momento una persona decide, aun sabiendo que esa no es la solución (por que nunca lo es, si lo fuera ya no habría gente con peso demás), meterse de lleno a pagar tal cantidad de dinero a una persona sin titulación que le da unos brebajes químicos de los cuales no sabe ni qué contienen, pero es que ni la persona cliente ni el vendedor lo saben (en muchísimas ocasiones). La pregunta es: ¿En el caso de que te doliera la cabeza y fueras a la farmacia a por algo, y al preguntar qué principio activo contiene el medicamento, la persona que te atiende no lo sepa, te fiarías? Está claro que nadie es Google, pero cuando vendes el "milagro de Petinto" y tu sueldo depende de las ventas, deberías de saberlo, ¿no? Ya por profesionalidad. También te animo a que si estas en una empresa parecida pretendas un día concertar tu cita con el comercial para una consulta cualquiera pero en la que le dejas claro que no vas a comprar ningún producto, y verás querid@ cómo de repente la disponibilidad de éste cambia de repente, ya que cobra por ventas y no por servicio y conocimientos.

Buscando por este camino llego a la conclusión de que cuando una persona cree que "no puede" se encarcela en esa jaula de pensamientos y inmediatamente se acerca a las personas que tampoco creen que pueda por ella misma, es mas, les va genial que no pueda ,y para ir bien, que no pueda nunca o de lo contrario nunca va a volver a ser de nuevo su cliente si es que aun no lo han convertido también en vendedor. Creo también que se acercan a este tipo de empresas por que en estos comerciales no existe ni la sorpresa ni la decepción, es mas, les va de perlas tu dificultad.

El "no puedo" es tu limite y eso te lleva a acercarte de forma instintiva a los que ya te has acercado anteriormente que tampoco creían que podrías. Tú "sí puedes",tú "sí te lo mereces" sencillamente tienes que creértelo, por que "Paula es fuerte, ella va a ser todo lo que quiera, pero cuando abra la jaula, la jaula de sus pensamientos". Al proceso de perder peso en mi creencia hay que amarlo, hay que disfrutar también de ése camino (que no es de rosas) por que en ese camino te vas a reencontrar muchas veces contigo, y ese momento puede ser el mas bonito o el mas trágico de todos, sea cómo sea la vida tiene eso, que mientras respires, siempre tienes una segunda oportunidad para ser feliz, aunque quizás el miedo sea lo que te paraliza ahora.

Un saludo,

Yhasmina