martes, 16 de octubre de 2018

Seguimos en Djilor. ¿Y eso?

Problemas médicos, un pueblo que te atrapa, las aguas tranquilas del delta y algo de acomodamiento nos hacen permanecer en Djilor. ¿Te vienes conmigo? ¡Sigue leyendo!

Dia 8: Djilor

Playa de Djilor
Ayer pensamos que tal vez estaría bien quedarse dos días consecutivos en el mismo lugar para hallar
algo de paz, descansar, deshacer mochilas, lavar la ropa y aunque era una simple idea, tuvimos que llevarla a cabo a marchas forzadas cuando Quim se despertó al día siguiente orinando sangre. Tranquil@, si no te ha pasado nunca parece que sea algo súper malo, el apocalípsis, una enfermedad digna de hospitalizar,etc... (evidentemente, tampoco dijimos nada de esto en nuestras casas).

Quim con los niños de la aldea
Conozco bien ese síntoma. Creo firmemente que todas las personas tenemos un sistema o aparato en el cuerpo mas débil que el resto (esto es una teoría mía), el mio por ejemplo es el aparato urinario, desde muy joven, y no me da vergüenza decirlo, siempre he sufrido de infecciones de orina, las conocidas cistitis y siempre ligadas a periodos con mucho estrés. Nada tiene que ver con la higiene, muchas mujeres se esconden al padecerlas por que parece algo "sucio" pero en las mujeres son totalmente normales, pues el conducto urinario es mas corto que el de los hombres y ademas en la misma zona tenemos ano, vagina y uretra, algo que no nos facilita mucho que de vez en cuando este tipo de infecciones llame a nuestra puerta. En el caso de los hombres es algo mas complicado que suceda, pero es mucho mas costoso de eliminar una vez se instaura y mas doloroso mientras no se trata. Una de las cosas que te indican que lo padeces es escozor al orinas, olor extraño, densidad de la orina sospechosa y aveces, sangre, y ahí estaba. Quim tenia una infección de este tipo. Lo único es que le había pillado a unos 15000 kilómetros de su casa y en medio de la nada. Ten en cuenta que lo mas parecido a un medico en esas zonas es una especie de
Niños jugando con sus burros
chaman que maneja las hierbas.

Lo primero que de sebe hacer en estos casos es ir a la recepción y pedir que te dejen llamar a tu seguro de viaje, por que lo normal es ir con seguro de viaje a estos lugares, nosotros lo contratamos con AXA y si no recuerdo mal nos costó 50 Euros a cada uno. Mientras hablaba por teléfono una mujer que trabajaba en la cocina me oyó (entendía español) y se acercó para prestarme ayuda, por casualidades e la vida esta mujer era farmacéutica.
Ella fue la que pudo contactar con los médicos mas próximos a la zona, puesto que el seguro nos mandaba de vuelta a Dakar. Fue gracias a ella que pudimos hacernos con el antibiótico y hallar con un medico que nos atendió por teléfono.

De modo que dadas las circunstancias decidimos quedarnos allí una noche mas.

Farah
Por la tarde nos aventuramos a salir del pueblo andando entre baobabs y a la vuelta del paseo nos tuvimos que hacer cargo de un niño, que jugando con otro a mantenerse en pie encima de un burro en cual ya no sabia qué hacer para que le dejaran en paz, había caído al suelo.

Algo que me llamó la atención y me entristeció el corazón fue el caso de una niña, Farah. Esta niña de unos 4-5 años, tenia mucha curiosidad por Quim, de hecho se le puso a bailar y a reír con él, pero de pronto, del jardín de su casa se asomó su madre, delgada, escuálida, sonreía pero tenia una mirada triste. Esa mujer estaba enferma, concretamente no sé qué le debería estar pasando pero nada bueno. Preguntamos si estaba bien, pero no respondió. Ten en cuenta que el problema en África no es poner-se enfermo, sino, no poder acceder a los medicamentos ni a los médicos por cuestiones económicas.

Y ahora sí, en el próximo día vamos a la Isla de Mar Lodj, playas desiertas, sin luz en vías publicas, sin coches, y sin saber que allí las hormigas muerden o sino preguntádselo a Quim que durmió sobre ellas. ¿Te apuntas la semana que viene?

Un saludo,

Quim entre baobabs y otros arboles



Yhasmina

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