martes, 7 de mayo de 2019

La importancia de las madres en nuestra alimentación

A principio de semana y como motivo de que el pasado día 5  fue el día de la madre, he decidido dedicar esta semana a las "mamis" y a hacer un apunte sobre el impacto que tienen estas en la forma de alimentarse y en los hábitos de sus hijos durante toda su vida. ¿Me sigues? 

Ya he contado alguna vez que mi madre como profesión (a parte de haber estudiado diseño de interiores por hobby) es chef, bueno es eso y esposa, amiga, una lavadora, una aspiradora y el Pepito Grillo que nunca calla, un despertador al grito pelao de "¡arriba!"  y también una inspectora Gadchet de mi vida y el disco duro de mi existencia, ya que sabe cosas que he hecho que ni yo sé y me saca de las casillas cuando saca "megde" mientras discutimos y que yo ya ni recordaba. ¡Mi madre no es para nada perfecta, pero cocina perfecto, eso sí!


Tal cual te decía gracias a su pasión por la cocina, mi madre tiene como 3 tamices, 8 cuchillos que no se ni para qué sirven, un arsenal de cacerolas y cacerolillas, etc... supongo que por eso yo me he vuelto mínimal en este sentido y tengo lo justo "justín".

También gracias ella me aficioné al deporte, una por que ella lo hacía a diario y la otra por aquello que me decía cuando me pillaba con el trozo de pan en la mano "menudo culo estás poniendo". Cosa que obviamente no apoyo a que se lo digas a nadie, eso precisamente me llevó a enfatizar mas es aspecto físico que la satisfacción personal durante mi adolescencia (que bastante complicada es ya una adolescencia de per se). También es cierto que a día de hoy me encuentro diciendo lo que siempre dije que "no diría como mi madre", por ejemplo "me estás poniendo negra", "¡Si no te gustan las lentejas a mi no me gustas tú!" y "¿Tú te crees que esto es un restaurante?" .

A fin de cuentas con respecto a la comida y las madres (incluyo también padres) he visto en primera linea que la comida es otra forma de lenguaje entre una mamá y sus cachorros, a los que alimenta, por los que sufre cuando no comen (o por lo menos no la cantidad que ella quiere que coman) aunque sabe de forma lógica que por suerte no vivimos en un país en el que su hij@ va a morir de hambre.
Al igual que muchas veces me he encontrado diciendo cosas ta cual las dice mi madre, también me he plantado sin querer haciendo lo mismo, por ejemplo picar antes de comer de forma casi automática o bien ese aperitivo de sábados que era una fiesta en casa junto con mi padre.

No, yo no soy la chica de la foto,
 es mi madre, yo soy el bebé de las orejitas
Y también de ella heredé la pasión por la comida sana, ya que en mi casa había pocas cosas con etiqueta, todo salía del huerto que mis abuelos y ella cuidaban y en mi casa creo que nunca ha entrado ni un pan Bimbo, ni un Bollicao, ni un Paté Lapiara y yo aun no sé a qué sabe un Actimel, aunque aveces nos enfrentamos por que ella "hace lo que le viene en gana" y aveces la persigo con eso de "¡En casa del herrero cuchillo de palo!".

Mi madre se llama Rita, y tubo un impacto directo en mi vida en todos los aspectos. Algunos aspectos me gustan mas y otros menos, eso sí. La tuya no sé ahora decirte cómo se llama pero también tiene impacto en ti y en todo lo que haces, aunque igual no te has parado ni a pensarlo.

Muchas veces llegan a las consultas padres (madres y padres) sedentarios, consumidores de galletas y asiduos a las celebraciones con amplios repertorios de comida, que premian sin querer a sus hijos con chocolate cuando aprueban mates y los castigan o les dan cachetes cuando no se toman las lentejas. Y luego... ¡Ai luego!, luego desean que su hijo no coma galletas, se apunte a atletismo, no se dé comilonas, no se consuele ni premie con comida y coma de todo sin ascos ni represalias.
Las madres vinculan a sus hijos un lenguaje a través de la comida, eso lo tengo claro! Fíjate que ya desde el momento en que muchas desean ser madres (aun cuando han empezado a buscarlo) empiezan a cuidarse mas (por lo menos así se lo vi hacer a mi madre cuando pretendía quedarse embarazada de mi hermana y me acuerdo por que yo ya contaba con los 13 años) dejando alcohol, haciendo mas deporte, comiendo mas verdura, mas frutas, etc... luego (para ir bien) una vez saben que están embarazadas se cuidan aun mas y si después pasan a la lactancia también cuidan su leche para que sea apetecible para su hijo a través de lo que comen.  Cuando el niño crece se preocupan para que tomen las mejores papillas, los mejores alimentos, por que ya te digo yo, que una madre que ama a su hijo intenta darle siempre lo mejor que tiene pues es su forma de cuidarlo, mimarlo y protegerlo, aunque realmente un nutricionista le diga que lo que le ofrece no es de la calidad que ella piensa, pero su intención siempre es buena, por que ninguna madre tal cual quiere dañar a su primogénito a conciencia.

Yo no creo en eso de que los padres "tienen la culpa de todo" ya que en muchas ocasiones, hurgando mucho,mucho, es el padre que trae el hijo y terminas trabajando muchísimo mas con el progenitor que con el pequeño, pues el progenitor también es una "victima" de sus padres y sus padres a su vez de los otros. Por ello, sí, todo, absolutamente todo, lo que los padres hacen tiene una repercusión directa en lo que va a ser el hijo, en sus hábitos, en sus creencias, en su autoestima. Pero no son culpables. Culpable resulta ser el que sabe que algo pasa pero no hace nada al respecto. Por que aunque no creas que tu hijo te escucha sí te esta mirando todo el rato.

Yhasmina


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